QUIENES SOMOS??? Somos un grupo de amigas.... amigas del colegio...amigas del instituto, que despues de 20 largos años sin verse vuelven a reencontrarse y a retomar esa amistad de la juventud.... La vida de cada una de nosotras fue tomando en la mayoría de los casos, un camino que no era el que habíamos soñado en nuestra adolescencia. Ahora, a punto de cumplir los 40, pretendemos comenzar esta segunda parte de nuestra vida de la mejor forma posible...manteniendo esa "locura" de la juventud, pero con la ventaja de la experiencia adquirida. Muchas de nosotras, ya hemos sufrido bastante, por eso llegó la hora de afrontar la vida de la única manera posible: viendo sólo su lado positivo. Si tu piensas como nosotras....puedes unirte a este club.

COMPAÑEROS DEL CAMINO

27 abr 2011

24.- LADY HESTER STANHOPE: EL GENIO DE UNA HEROÍNA

          Vengo a traeros hoy la segunda entrega de una sección que abrí el mes pasado, y que llevaba como título "BIOGRAFÍAS DE MUJERES QUE HAN HECHO HISTORIA"; La primera que os presenté fue Rita Levi y hoy os presento a Lady Hester Stanhope: espero que os guste su historia porque es un tanto espectacular.


 (1776 – 1839) Nacida en Chevening, Kent, Inglaterra.
Era la sobrina del primer ministro británico William Pitt. Estuvo al frente de su casa, ya que su tío era un solterón, haciendo las veces de anfitriona y recibiendo a sus numerosos invitados. Adquirió fama en la alta sociedad británica de ser una excelente relaciones públicas. Cuando Pitt falleció repentinamente, Lady Hester pasó a percibir una pensión vitalicia, pero su vida en Londres se tornó aburrida al perder las relaciones con los principales políticos del partido tory y, tras la muerte de su hermano, se trasladó a vivir a Gales. Para entonces sus padres ya no vivían. Su madre había fallecido cuando ella contaba tan solo cuatro años.
          Según parece una decepción amorosa fue la causa de que a los 33 años emprendiera su primer viaje en barco a Grecia. Nunca más volvería a Inglaterra. Se dice que en Atenas el mismísimo Lord Byron se arrojó al agua y fue nadando a conocerla.
          Después de Atenas fue a Constantinopla y desde allí emprendió viaje a El Cairo, pero el barco naufragó en una tempestad y fue a parar a la isla de Rodas. Lady Hester había perdido todas sus ropas y allí la ofrecieron vestidos de mujer turca, pero dicho atuendo incluía el velo y ella se negó a usarlo y decidió vestirse de hombre, con chilaba, turbante y babuchas. La experiencia le gustó y al llegar a El Cairo adquirió una indumentaria masculina compuesta por un traje púrpura de terciopelo, pantalones bordados, chaleco, chaquetilla, silla de montar y sable. Imaginen la cara del Pachá cuando recibió la visita de una mujer, cuya estatura estaba cercana a un metro ochenta, vestida de esta guisa.
          Partió a recorrer Oriente Medio, donde fue recibida con mezcla de respeto y temor por varios jeques. Se negó a llevar velo incluso en Damasco, ciudad entonces conocida por ser lo que hoy llamaríamos integrista, por cuyas calles se paseó, jugándose el físico, a caballo y vestida de hombre. Muchos la tomaban por un joven turco. Poco quedaba ya de la dama inglesa que fue. En Jerusalén la recibió el gobernador y las puertas del Santo Sepulcro se abrieron especialmente para ella.
          Desafiando tribus de beduinos hostiles, a los que finalmente utilizó de escolta, atravesó el desierto al frente de una caravana de camellos y llegó a la ciudad de Palmira en 1813. Allí fue recibida como si fuese la reencarnación de Zenobia, una mítica reina de la ciudad. En esa época empezó a decir que había escuchado varias profecías que la señalaban como predestinada para ser la prometida de un nuevo mesías. Es dudoso que ella misma lo creyera, pero este rumor le hizo ganarse el respeto de las gentes de la zona, que empezaron a llamarla Reina Hester.
          Cansada de vagar se asentó en el monasterio abandonado de Mar Elías, cerca de Sidón, en Líbano. Allí organizó su propia vivienda al estilo turco con un jardín. Se ganó la enemistad del emir Bashir II por dar asilo a los refugiados drusos y de otros clanes, víctimas de las luchas internas. Su autoridad se expandió por los territorios circundantes y adquirió suficiente poder como para que Ibrahim Pachá solicitara su neutralidad antes de invadir Siria en 1832. Había logrado convertirse en poco menos que una jefa de estado. Los beduinos creían que ella poseía extraños poderes.
          Organizó una expedición para encontrar el tesoro perdido de la ciudad de Ascalón, con intención de que el gobierno británico se la financiase, pero esto no sucedió y al fracasar la búsqueda del tesoro, se encontró llena de deudas. La circunstancia de su ruina y la muerte de su mejor amiga la sumieron en la depresión y decidió trasladarse a otro monasterio todavía más lejano, en Djoun. Allí dilapidó el escaso dinero que la quedaba y cuando no pudo pagar a sus sirvientes estos empezaron a llevarse sus pertenencias.     
          Enfermó, su carácter empezó a agriarse y desarrolló algunas manías, como recibir a las visitas en la oscuridad, afeitarse la cabeza y vivir rodeada de cuarenta gatos. Falleció el 23 de junio de 1839 y cuando el cónsul británico llegó para arreglar los papeles encontró sus aposentos llenos de trastos y cacharros inútiles.
          Su mejor amigo y confidente, el doctor Charles Meryon, que la acompañó en sus viajes durante veintiocho años como médico de cabecera, dijo de ella: "El sueño de la vida de lady Hester fue el poder y el mando, y la cuestión era que no podía acceder ni al uno ni al otro. Se veía excluida, por su sexo, de virreinatos y gobernaciones: tenía el genio de un héroe, pero no podía mandar flotas ni ejércitos, ni presidir consejos de Estado".
          Cuando un periodista le preguntó por aquella extraña mujer con la que había compartido tantos años de aventuras, le respondió: "No era una excéntrica como muchos decían, sino una mujer iluminada, de alta cuna, muy culta, gran estadista y en ocasiones una especie de Circe. Siempre se las ingeniaba, aun en los momentos más difíciles, para esparcir a su alrededor una mágica ilusión que cautivaba a quien la conocía".En Oriente encontraría el lugar donde hacer realidad sus sueños de grandeza.

11 abr 2011

23.- FILÓSOFOS CALLEJEROS

          El nombre de esta entrada va a dar a partir de hoy nombre a una nueva sección "FILÓSOFOS CALLEJEROS"
          La idea me surgió caminando por la calle...vi una de esas pintadas que tanto afean las paredes...pero cuando me fijé, era una frase mucho más profunda de lo que imaginé en un principio, tanto, que de camino a casa no paré de pensar que le mueve a una persona, que está haciendo un acto vándalico (una pintada en la pared) a plasmar al mismo tiempo un pensamiento tan profundo. ¿Que le mueve a  alguien a filosofar en ese momento de esa manera?


          Que es filosofar? Filosofar... es buscar la sabiduría a través de la reflexión sobre cualquier tema, no en vano, es una de las llaves más preciadas que tenemos, si sabemos cómo utilizarla, para abrir puertas a soluciones que nos pueden hacer más humanos y felices. Pero que lleva al ser humano a filosofar????, a reflexionar con tanta profundidad sobre un tema???? unas veces será el asombro, otras la duda, la incertidumbre, y otras la debilidad y la impotencia, pero creo que hay una razón más profunda, y es la necesidad humana de comunicación , de compartir nuestras verdades o buscar otras nuevas, un intento por abrir vías de conexión entre personas, un intercambio de verdades personales, un ofrecimiento recíproco de sabiduría....la manifestación de nuestro ser, haciendo partícipes de él a los demás. Comunicando con la mayor hondura posible lo que somos, lo que nos importa y qué esperamos del prójimo. En una palabra, es filosofando cuando, también, nos convertimos en verdaderos seres humanos.

         Apartir de ahora iré con la cámara de fotos en el bolso para captar estos pensamientos tan profundos de estos "filósofos callejeros". Frases huérfanas de autor en la mayoría de los casos, pero dignas de pasar a formar parte de esas frases célebres que han hecho historia.
           Si vosotros habéis visto alguna, en alguna pared de vuestra ciudad, también acepto que me la enviéis.

5 abr 2011

22.- SOBRE GUARDAR SILENCIO Y HABLAR

         
           Hay veces que no sabemos que es lo más correcto, si guardar silencio o hablar....imagino que todo dependerá de la situación....en ocasiones vomitamos palabras de forma incontrolada porque pensamos que si nos dejamos algo en el tintero, lo que hemos dicho no adquiere el sentido que deseamos....a lo mejor ese era el momento de callarnos y no ser tan incisivos con nuestras palabras....otras veces, cuando más se necesita una palabra nuestra, nos quedamos callados....como paralizados.....sin darnos cuenta que muchas veces es más relevante lo que callamos que lo que decimos..... ¿que opinais vosotros al respecto? yo os voy a dejar un extracto del libro "Ni lobo ni perro. Por senderos olvidados con un anciano indio" de Kent Nerburn. Creo que os hará reflexionar. A mí me he hecho pensar mucho. Espero que os guste.

          "Nosotros los indios sabemos del silencio. No le tenemos miedo. De hecho, para nosotros es más poderoso que las palabras.
          Nuestros ancianos fueron educados en las maneras del silencio, y ellos nos transmitieron ese conocimiento a nosotros. Observa, escucha, y luego actúa, nos decían. Ésa es la manera de vivir.
- Observa a los animales para ver cómo cuidan a sus crías. Observa a los ancianos para ver cómo se comportan. Observa al hombre blanco para ver qué quiere. Siempre observa primero, con corazón y mente quietos, y entonces aprenderás. Cuando hayas observado lo suficiente, entonces podrás actuar.
          Con ustedes es lo contrario. Ustedes aprenden hablando. Premian a los niños que hablan más en la escuela. En sus fiestas todos tratan de hablar. En el trabajo siempre están teniendo reuniones en las que todos interrumpen a todos, y todos hablan cinco, diez o cien veces. Y le llaman "resolver un problema". Cuando están en una habitación y hay silencio, se ponen nerviosos. Tienen que llenar el espacio con sonidos. Así que hablan impulsivamente, incluso antes de saber lo que van a decir.
          A la gente blanca le gusta discutir. Ni siquiera permiten que el otro termine una frase. Siempre interrumpen. Para los indios esto es muy irrespetuoso e incluso muy estúpido. Si tú comienzas a hablar, yo no voy a interrumpirte. Te escucharé. Quizás deje de escucharte si no me gusta lo que estás diciendo. Pero no voy a interrumpirte. Cuando termines, tomaré mi decisión sobre lo que dijiste, pero no te diré si no estoy de acuerdo, a menos que sea importante. De lo contrario, simplemente me quedaré callado y me alejaré. Me has dicho lo que necesito saber. No hay nada más que decir. Pero eso no es suficiente para la mayoría de la gente blanca.
          La gente debería pensar en sus palabras como si fuesen semillas. Deberían plantarlas, y luego permitirles crecer en silencio. Nuestros ancianos nos enseñaron que la tierra siempre nos está hablando, pero que debemos guardar silencio para escucharla.
          Existen muchas voces además de las nuestras. Muchas voces."
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